Al Partir El Pan
Este domingo
La Voz del Pastor: Scott Hahn reflexiona sobre el 4º Domingo de Pascua
En el evangelio de hoy, Jesús dice que Él es el Buen Pastor que los profetas habían prometido a Israel.
Él es el Pastor-Príncipe, el Nuevo David, que libera a la gente de la esclavitud del pecado y la congrega a un solo rebaño, la Iglesia, mediante una nueva alianza hecha con su Sangre (Cfr. Ez 34,10-13, 23-31).
Ricos en la pobreza: Scott Hahn reflexiona sobre el 6º Domingo de Tiempo Ordinario
Las bienaventuranzas y los ayes que escuchamos hoy en el Evangelio expresan la perfección de toda la sabiduría del Antiguo Testamento.
Esa sabiduría se resume con maravillosa simetría en la primera lectura y salmo de hoy: Ambos declaran que los justos–aquellos que esperan en el Señor y gustan de su Ley- prosperarán como un árbol plantado junto al río. Los malditos, aquellos que ponen su confianza en los seres humanos, están destinados a marchitarse y morir.
Mar adentro: Scott Hahn reflexiona sobre el 5º Domingo de Tiempo Ordinario
Simón Pedro, el pescador, es el primero a quien Jesús llama personalmente en el Evangelio de San Lucas.
Su llamada se asemeja a la que narra la primera lectura, refiriéndose a Isaías. Confrontados con la santidad de Dios, tanto Pedro como Isaías se sienten abrumados al saberse indignos y pecadores. Sin embargo, cada uno experimenta el perdón del Señor y es enviado a predicar la buena nueva de su misericordia al mundo.
Profeta de las naciones: Scott Hahn reflexiona sobre el 4º Domingo de Tiempo Ordinario
Las palabras de Dios de la primera lectura nos dirigen más allá que Jeremías a Jesús. Como Jeremías, Cristo fue consagrado en el vientre de su madre y enviado como “profeta de las naciones” (cfr. Lc 1,31-33).
Jesús enfrenta hostilidades como los profetas que le precedieron. En el Evangelio de hoy, la muchedumbre en la sinagoga de su pueblo natal se pone en contra de Él, aparentemente exigiéndole una señal, alguna prueba de sus orígenes divinos, de que es más que “el hijo de José”.
El alba de un nuevo día: Scott Hahn reflexiona sobre el 3º Domingo de Tiempo Ordinario
El significado de la Liturgia de este día es sutil y tiene muchos niveles de sentido.
Para comprender qué está pasando en la primera lectura de hoy, es necesario conocer sus antecedentes.
Una vez que Babilonia fue derrotada, el rey Ciro de Persia decretó que los judíos exiliados podrían volver a Jerusalén. Éstos, reconstruyeron su templo arruinado (cfr. Esd 6,15-17) y, bajo el liderazgo de Nehemías, levantaron de nuevo las murallas de la ciudad (cfr. Ne 6,15).
En las bodas: Scott Hahn reflexiona sobre el 2º Domingo de Tiempo Ordinario
Consideremos estas semanas posteriores a la Navidad, como una época de “epifanías”. Durante este tiempo, la Liturgia de la Palabra nos muestra quién es Jesús y qué nos ha revelado sobre nuestra relación con Dios.
El domingo pasado las imágenes fueron reales y filiales. Jesús fue mostrado como el recién nacido rey de los judíos que nos hace coherederos de la promesa de Dios a Israel. Como Israel, nosotros seremos hijos amados de Dios.
La unción: Scott Hahn reflexiona sobre el bautismo del Señor
La liturgia de la semana pasada reveló el misterio del plan de Dios: que en Jesús todos los pueblos—simbolizados por los Magos–han sido hechos coherederos de las bendi¬ciones prometidas a Israel. En este domingo se nos muestra cómo reclamamos nuestra herencia.
Jesús no se somete al bautismo de Juan como un pecador necesitado de purificación.
Se humilla a Sí mismo, pasando por las aguas del Jordán, para liderar un nuevo “éxodo”, abriendo las puertas de la tierra prometida del cielo, de modo que todos los pueblos puedan escuchar las palabras que se pronuncian hoy sobre Él, palabras reservadas sólo para Israel y su rey: que cada uno de nosotros es un hijo amado de Dios (cf. Gn 22,2; Ex 4,22; Sal 2,7).
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